Nadie nos dijo que un día, cuando nuestros trabajos comenzaran a prosperar, llegaría un virus que lo cambiaría todo. Ese futuro no sería teletransportable, sino más bien teletrabajable. Que no viajaríamos en autos voladores al trabajo, sino que llegaríamos en cuestión de encender el computador y conectarnos a un meeting.

Después de la aceleración en el cambio que trajo la pandemia al mundo laboral, todos parecemos ya tener una opinión formada sobre nuestro método de trabajo predilecto. En una esquina, la oficina. En esta otra esquina, nuestra casa. Y en el medio, la creciente opción popular del trabajo híbrido.

En contexto:

Según un estudio realizado por el medio Bloomberg Quicktake, dos quintas partes de profesionales a nivel mundial encuentran que el viaje hacia al trabajo es la peor parte del día. Antes de la pandemia, 25 millones de empleados de Estados Unidos pasaban 90 minutos de su día viajando al trabajo.

90 minutos al día = estrés todos los días.

La realidad es que cada vez más personas rechazan ofertas de trabajo porque no son 100% remotos o no se ajustan a la flexibilidad demandada. Inclusive, se oyen excusas como “la falta de talento”, en lugar de adaptarse a las nuevas necesidades del mercado laboral. Sin embargo, hoy todas las empresas tienen algún grado de trabajo remoto sin que necesariamente se den cuenta.

Dos años después, el juego continúa…

Veamos el caso de trabajadoras y trabajadores de pymes en Latinoamérica, según una investigación de Kaspersky. Cuando les preguntaron si reconsideraron las formas anteriores a la pandemia, el 77% respondió que sí.

Cuando les consultaron acerca de regresar a las oficinas, el 65% respondió que no.

Según el International Workplace Group, tres de cada cuatro trabajadores preferiría un trabajo híbrido a un aumento de sueldo, y People Management dice que casi el 50% de sus empleados consideran renunciar si no les permiten mantener opciones flexibles.

Podemos observar que, dentro de las variables, hay un grado de preocupación por las futuras medidas sanitarias. También sucede, como se detalla en las investigaciones que mencionamos antes, una combinación de condiciones coyunturales: muchas personas, en plena pandemia, se mudaron y alejaron de las grandes ciudades donde estaban sus oficinas físicas.

Cada empresa, un método.

Prithwiraj Choudhury, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y defensor del trabajo remoto, piensa que la industria tech lleva la delantera en cuanto al trabajo híbrido mucho tiempo antes de comenzar esta discusión.

Para Choudhury, la gran ventaja de las empresas que construyen modelos de trabajo remoto y se organizan en base a éste, tienen a su alcance una gran ventaja: atraen más talentos. Y es aquí dónde nos encontramos en la disyuntiva: ¿las empresas deben adaptarse o quedarse en el camino tradicional? los nuevos tiempos y tendencias, nos proponen desafíos.

Las empresas saben que no pueden perder candidatos o candidatas frente a la opción de trabajar de manera flexible.

Spotify tomó el camino adaptable: ofrece propuestas laborales más “flexibles” a su personal. En un comunicado reciente, la empresa anunció que “"nuestros empleados podrán trabajar a tiempo completo desde casa, desde la oficina o combinando ambas modalidades".  Además, su modelo de trabajo flexible se une a "la combinación exacta del modo de trabajo en casa y en la oficina es una decisión que cada empleado y su gerente toman juntos".

Por otro lado, el CEO de Netflix, Reed Hastings, no ve con buenos ojos el trabajo remoto, de hecho, ha declarado públicamente que, no ve "ve nada positivo" en trabajar desde casa. En una entrevista para The Wall Street Journal lo dijo claro:

“No poder reunirnos en persona, particularmente a nivel internacional, es puramente negativo”.

State of the work.

Si seguimos los pasos de la industria tech nos encontramos con un gigante que se la jugó por una idea más ambiciosa en #HybridWork :

Gracias al rediseño de horarios de trabajo en la plataforma de Outlook, los organizadores tienen la posibilidad de acompañar a su equipo, tanto las personas que trabajan de forma presencial, como remota. Además en el nuevo RSVP se podrá seleccionar la opción de asistir de forma virtual o personal.

Microsoft se apoya en una cultura de trabajo híbrido, dónde jerarquiza a la flexibilidad como líder del camino, dando a los colaboradores el poder de trabajar desde cualquier lugar y en cualquier momento.

El espíritu es the future of work is flexible, no importa en qué parte del mundo estés trabajando, lo importante es estar conectado y que todas las condiciones para establecer un ambiente adecuado de trabajo estén cubiertas.

En la teoría, podríamos enumerar todos los pros y contras que tienen las modalidades híbridas, remotas y presenciales. Y aunque suene un análisis fácil de comprender, en la práctica nos quedaríamos cortos.

El futuro será flexible o no será.

Entonces, ¿cuál es el mejor camino hacia el futuro del trabajo? precisamente: pensar en el futuro, y entender que la adaptabilidad del entorno laboral es más importante que determinar si una metodología es inherentemente mejor que la otra.

La startup Wimet , por ejemplo, creó un sistema de soluciones que conecta diferentes espacios profesionales con empresas que necesitan alquilar oficina ya sea on demand o con contratos mensuales. Las empresas entonces cuentan con la posibilidad de brindarle libertad y flexibilidad a sus colaboradores a la hora de decidir cómo y dónde trabajar.

Ideas como estas redirigen el foco del problema del dónde se trabaja, al cómo se trabaja. Qué tan adaptables son las modalidades de trabajo, si son capaces de sobrevivir a las demandas coyunturales y subjetivas de cada persona. La master key está en reforzar una cultura de respaldo a nuevos modelos que se adapten a los cambios, a las preferencias de sus empleados y a los valores de cada organización.

La realidad es que la cuestión física del trabajo es solo una entrada para lograr los objetivos de cada organización. Si cambiamos el mindset sobre el espacio y el lugar de trabajo, más allá de los límites físicos, podemos expandir enormemente los límites de nuestro equipo, y su vez dejando todo listo para El Próximo Gran Cambio inesperado, sea cual sea esta vez.