La repetición es la principal forma de aprendizaje que tenemos los humanos. Es haciendo las mismas actividades repetidamente que las aprendemos a hacer bien y cada vez mejor. Sin embargo, la repetición conlleva un peligro: ante la falta de nuevos estímulos, el cerebro puede comenzar a fatigarse y a generar un esfuerzo mental mayor. En otras palabras, la repetición aburre a nuestro cerebro. Esto es especialmente cierto en aspectos como el trabajo, donde tenemos un rol que, constantemente, debe hacer unas actividades repetitivas que pueden provocar insatisfacción y aburrimiento en los trabajadores: un síndrome laboral que se conoce como boreout.

Al contrario de síndromes como el burnout, el aburrimiento en el trabajo ocurre por la falta de factores estresantes. Esto no implica que sentirse crónicamente aburrido sea menos peligroso que el burnout. De hecho el boreout “es un estado emocional caracterizado al sentirse poco estimulado, concentrado e inquieto, y aún así sin ganas de comprometerse”, de acuerdo con la científica comportamental Lindsay Kohler

Entre otros, varios estudios han mostrado que el boreout puede provocar depresión, ansiedad, insomnio y en casos extremos, ataques de pánico. Además, el aburrimiento es una de las principales razones para renunciar a un trabajo

Por esto, y aunque suene simplemente como una nueva tendencia de Internet, jurídicamente el boreout ya tiene parámetros, pues en Francia un trabajador ganó una demanda por 40 mil euros a su empleador al demostrar que este le dio tareas adormecedoras y monótonas durante años que lo llevó a un colapso nervioso

Este estado constante de falta de compromisos, retos y pocas nuevas emociones podría ser un problema derivado del estado actual de capitalismo, de acuerdo con este análisis de The New Yorker, pero no estamos condenados a sentirnos aburridos. De hecho, Kohler ha identificado cinco estrategias para combatir este sentimiento que disminuyen nuestras capacidades humanas. 

  1. Rompe las rutinas y los días tediosos

Con la llegada del trabajo flexible, decidir cuándo trabajamos es más fácil que nunca. Por eso, Kohler sugiere afrontar tareas tediosas cuando nuestra energía creativa está más baja. “No debes completar estas tareas en una sola sentada, tampoco. Programar los quehaceres tediosos para las primeras horas en la mañana, luego salir a caminar o hacer algo más puede darte la dopamina que necesitas para luego regresar para terminar estas labores hacia el final del día puede ayudar a romper el aburrimiento”, explica.

  1. Busca una ayuda y fomenta los espacios seguros

Lo último que vas a querer cuando estés aburrido es aislarte, sostiene la coach de carrera y liderazgo Caroline Castrillon. En cambio, busca a las personas que más confías, pues tener una perspectiva experta podría ayudar. Además, también puedes acercarte a tu mánager o líder para que reconfigure tu carga laboral y puedas acercarte a proyectos más retadores.. 

Para esto es fundamental que los líderes fomenten espacios seguros donde los empleados puedan expresar sin tabú que se sienten aburridos o subutilizados. Los líderes también pueden identificar nuevas experiencias para sus empleados o alentarlos a buscar intereses expertos como mentorías, charlas públicas o aprender nuevas habilidades. 

  1. Busca sentido en el trabajo

Suena más fácil decirlo que hacerlo, pero la más reciente encuesta sobre sentido y propósito en el trabajo hecha por BetterUp en 2023, mostró que 9 de cada 10 trabajadores están dispuestos a sacrificar una porción de todas las ganancias de su vida por tener más sentido en sus trabajos. “Encontrar un sentido también combate el aburrimiento porque estás más estimulado y entregado en tu trabajo”, explica Castrillon.

Pero encontrar un propósito laboral no depende solamente de los empleados. Para Kohler, los líderes deberían conectar lo que sus empleados hacen diariamente con su impacto en la empresa. Esta sensación de progreso es uno de los factores más importantes para motivar a los trabajadores. Esto también implica crear oportunidades para ejercicios más retadores como, por ejemplo, al unirse a nuevos comités o ayudar a solucionar un problema complejo.

  1. Fomenta compartir o crear las funciones

Una solución rápida al aburrimiento puede ser compartir trabajos o crear uno nuevo. De acuerdo con Kohler, se le llama “job crafting” al hecho de rediseñar proactivamente las funciones y el trabajo que tiene un trabajador para que se ajuste mejor a sus intereses sin afectar las necesidades básicas del cargo. 

Si esto no es posible, la experta recomienda probar compartir un trabajo. Este ejercicio supone que dos trabajadores contribuyen a un mismo conjunto de funciones en medio tiempo. “Alguien que busca combatir el aburrimiento, en teoría, podría hacer dos trabajos distintos medio tiempo para tener más novedades y cambio de tareas en sus días”.

  1. Piensa en proyectos personales o aprende nuevas habilidades

Si bien no todas las empresas pueden darse el lujo de Google, empresa donde se motiva a los empleados a guardar un 20% de su tiempo para explorar o trabajar en proyectos innovadores, Kohler recomienda utilizar cualquier tiempo libre para este propósito. 

Esto también incluye intentar aprender nuevas habilidades, pues esto obliga a salir de tu zona de confort. Castrillon recomienda hacer una lista de aspectos que quieras desarrollar y retarte para aprender nuevas aptitudes. Esto no solo romperá la monotonía del trabajo, sino que te servirá para proyectos ajenos al trabajo. Por ejemplo, puedes comenzar a escribir, suscribirte a clases de baile y practicar para correr una media maratón. “Te sorprenderá cómo desarrollarse por fuera del trabajo puede encender nuevamente la chispa en tu carrera”, sostiene.

Un experimento: Algo distinto cada hora

Sintiéndose aburrida en su trabajo, la copywriter Esther Kumi vio un popular video del coach y motivador Brendon Burchard en el que contaba que, cada hora, respira profundamente y hace una rutina con sus manos y su cuerpo para generar energía

Kumi revela que esta actividad no le sirvió a ella, pero que la idea de hacer algo cada hora para llenarse de energía quedó rondando su cabeza, por lo que pensó en un experimento: en lugar de hacer cosas que no le gustaban, cada hora haría algo que le produjera gozo y que la animase a hacerlo

Lo primero que hizo, entonces, fue hacer una lista tratando de responder dos preguntas: ¿Qué me gusta hacer y qué suelo hacer cuando tengo tiempo libre?

Con la lista hecha, Kumi estableció algunas reglas para su experimento:

  1. Cada actividad debe hacerse sola en algún momento del día.
  2. Cada actividad no debe superar el tiempo permitido.
  3. Si hay nuevas ideas de actividades, se deben poner al final de la lista.

Para establecer los tiempos durante el día, Kumi se guió por técnicas de control del tiempo como la Pomodoro. Si quieres conocer los resultados para ella, puedes dar clic en este enlace

Aún así, Kumi notó varias ventajas y consejos para intentar esta técnica:

  • Energía aumentada: “cuando te das un premio divertido luego de un periodo de concentración intenso, creas consistencia y generas energía”, sostiene. Además, cuenta que ha tenido momentos de más de 3 horas sin necesidad de un descanso. 
  • Ejercitar los músculos de concentración y hacer las cosas: Aunque no parezca, se pueden hacer muchas cosas en 30 minutos y una ventaja es que hacer cosas que te gustan te ayudarán a ejercitar tu concentración. Kumi revela que comenzó a escribir un guión que había procrastinado durante años. Aunque no lo completó, avanzó mucho más de lo que lo habría hecho sin el experimento.
  • No uses más del tiempo programado: esto fue lo más difícil de lograr, pues algunas actividades pueden emocionarnos tanto que nos dejamos llevar. Sin embargo debes comprometerte a respetar los tiempos de descanso: cuando se acaba el break, se acaba el break.
  • Limpia la lista de tareas y planea el día anterior: Esto ayuda a perder el tiempo cada día pensando en las actividades que quieres hacer. Además, reacomodar la lista de actividades puede ayudar a aclarar lo que quieres hacer por encima de otras actividades.