Que levante la mano quien no haya soñado con entrar a la oficina de uno de sus jefes a decirle varias verdades a la cara y salir sin mirar atrás para nunca más volver a pisar esa empresa. Pero no es tan fácil, ¿verdad? ¿Cómo sobrevivirás los próximos meses? ¿Qué pasa si no vuelves a conseguir un empleo? Sabemos que estas y un sinfín más de dudas nos asaltan cuando sentimos que hemos cumplido un ciclo en nuestra vida profesional y nuestro trabajo no nos satisface. Por eso, para facilitarte un poco la vida, te contamos a continuación cómo saber si ya es hora de renunciar a tu actual trabajo.

Primero que todo, dejemos algo claro: es normal querer renunciar a tu trabajo. De hecho, tras la pandemia de la COVID-19, las renuncias se han cotizado al alza. Este fenómeno fue pronosticado por el profesor de la Universidad Texas A&M Anthony Klotz y se conoce como ‘La gran renuncia’.

Solamente en julio de 2021, más de 4 millones de personas renunciaron a sus trabajos en Estados Unidos. Entre otras, el trabajo remoto y salarios más competitivos son algunas de las principales causas por las que las empresas no están reteniendo su fuerza laboral.

Un año después la situación no parece mejorar. De acuerdo con la Encuesta mundial de esperanzas y temores de la fuerza laboral, hecha por la consultora PwC, a más de 52 mil personas en 44 países, una de cada cinco personas quiere renunciar a su trabajo. El 71% de ellas alude al salario como la principal razón para querer cambiar de empleo.

Pero, entonces, ¿cómo saber cuándo es el momento para dar el paso y renunciar?

Cuando el amor (por tu trabajo) se acaba, es mejor cambiarlo en vez de repararlo

La idea de renunciar está mal vista en nuestra sociedad y el entrenador de fútbol americano Vince Lombardi resumió este rechazo en una frase: “Los ganadores nunca renuncian y quienes renuncian nunca ganan”. Sin embargo, renunciar puede ser, al contrario, la clave del éxito, de acuerdo con el empresario Seth Godin. En su libro ‘The Dip’, nos cuenta por qué renunciar estratégicamente puede ser una buena decisión.

De hecho, para Godin, renunciar ha sido la clave de muchas personas exitosas. “Los ganadores renuncian todo el tiempo. Simplemente saben cuándo renunciar a las cosas indicadas en el momento correcto”, explica.

Pero saber cuándo es el momento correcto de renunciar no es una tarea sencilla. Por eso, antes de que tomes cualquier decisión, queremos que estés completamente seguro de que es el momento correcto para abandonar y arriesgarte a buscar nuevos retos con un pequeñísimo test:

  1. ¿Hay algo de tu trabajo que no domines completamente y por lo que necesites pedir mentoría o asesoramiento?

A. Hay situaciones que aún me cuesta resolver.

B. No recuerdo la última vez que necesité ayuda.

C. Podría hacerlo con los ojos cerrados, y muchas veces así lo hago.

2. ¿Qué tan cerca estás de cumplir la meta que te planteaste al entrar a este empleo?

D. Nunca he tenido una meta clara.

E. He alcanzado todas las metas planteadas en este trabajo.

F. Aún no lo consigo, pero no parece nada fácil de conseguir.

3. ¿Sientes cansancio, burnout o miedo cuando piensas en tu trabajo?

G. Claro, sentirse quemado y temerle a tu jefe hace parte de trabajar.

H. Para nada, es muy divertido lo que hago.

I. Más que cansancio, siento aburrimiento.

Haz clic aquí si quieres saber más sobre cómo identificar el Burnout.

4. ¿Qué tan comprometido te sientes con tu trabajo?

J. Busco activamente evitar mi trabajo.

K. Si hay que hacer algo, lo hago.

L. Todo lo que puedan necesitar de mí, hasta que termine la jornada.

Una cosa antes de cualquier resultado: considera siempre primero tu bienestar físico y psicológico. Por eso, nunca sobra decir que si te enfrentas a insultos, gritos, malos tratos y tu trabajo te está llevando al colapso, definitivamente debes renunciar a ese espacio. Recuerda que estas conductas son delitos en buena parte del mundo.

Ahora sí:

Si la mayoría de tus respuestas fueron A, F, H, o K, puede que aún no sea el momento de irte. Tal vez estás pasando por una semana difícil, pero aún disfrutas tu trabajo y, sobre todo, tienes cosas que aprender y metas por cumplir.

Por otro lado, si la mayoría de tus respuestas son otras letras… La decisión no es tan clara. Sin embargo, para John Coleman, conferencista de negocios y autor de la Guía para encontrar tu propósito de la Harvard Bussiness School, hay varias señales para tomar la decisión.

Tu trabajo ya no te motiva a crecer: La repetición es la madre de los hábitos, pero también la madre de la rutina. Aunque lo conocido es cómodo, una vez tu trabajo se vuelve una tarea mecanizada, debes pensar si puedes mejorar tu relación con el trabajo con algo de job crafting (pequeñas acciones para volver tu trabajo más significativo) o si no soportas en absoluto esta comodidad rutinaria.

Buscas maneras de evadir tus tareas: Esto se conoce actualmente como procrastinación. Cuando quieres hacer cualquier otra cosa --desde lavar ropa hasta pagar impuestos-- antes de comenzar a cumplir con tus tareas, debes pensar por qué te falta motivación para lograrlas. Tal vez necesitas unas vacaciones o, como has estado pensando, renunciar.

Conseguiste lo que buscabas: Así como se retiran los jugadores de fútbol tras ganar un torneo, a veces todos tenemos que saber cuándo irnos si ya hemos conseguido lo que estábamos buscando. Si en tu trabajo ya no tienes una meta a la cual aspirar, es probable que estés listo para nuevos retos.

Además, te dejamos como extra un par de consejos finales.

Ten un plan (aunque sea un bosquejo) y conoce los riesgos (aunque sea un poco):

¿Tienes pensado qué harás una vez renuncies? Leonard Schlesinger, líder empresarial y autor, afirma que “yo no me iría sin una especie de plan, bien sea una serie de experimentos para confirmar lo próximo que te gustará”.

Muchas personas tienen una intuición de lo que quieren y, para descubrirlo, necesitan tiempo y alguna estabilidad financiera. Por eso, recuerda que la decisión de renunciar debe ser racional y no producto de una mala semana. Ahorra y planea qué es lo que te gustaría intentar.

Pero conoce los riesgos

Renunciar puede implicar romper algunas relaciones con tus compañeros de trabajo, arriesgar los ingresos económicos que necesitas y, en el peor de los casos, verse como un lunar en tu hoja de vida.

Si aún después de leer todo esto y de reflexionar sobre lo mejor para tu futuro sigues considerando renunciar, lo único que podemos decirte es algo evidente: no le des más vueltas y renuncia.