“Una moneda es lanzada 1.000 veces, de las cuales 560 veces cae en cara. ¿Crees que la moneda está parcializada?” Esta es una de las famosas preguntas y acertijos que hace Google en sus entrevistas de trabajo.

Afortunadamente, no todas todas las empresas te pedirán que resuelvas un complejo enigma para evaluar tus capacidades. De hecho, muchas entrevistas de trabajo suelen tener preguntas similares. Pero esto no significa que sean fáciles de responder. Al contrario, podría ser mucho más difícil.

Pensemos, por ejemplo, en una pregunta que, seguramente, todos hemos respondido al menos una vez:

¿Cuáles son tus principales fortalezas y debilidades?

De acuerdo con el  conferencista, coach y escritor Joel Schwartzberg, esta pregunta es tan común, que las respuesta que las personas suelen dar caen en un cliché similar:

Mis fortalezas son: la creatividad, el compañerismo y la recursividad.

Mis debilidades son: el perfeccionismo y que el trabajo me importa demasiado.

De acuerdo con Schwartzberg, este tipo de preguntas nos invitan a caer en la trampa de la zona de confort y responder lo que creemos que el otro quiere escuchar.

“Si bien estas respuestas podrían ser ciertas, también son poco originales, incluso manipuladoras. Esa reacción puede ser peligrosa porque el objetivo número uno en una entrevista de trabajo es sobresalir y, el número dos, sonar honesto”, explica.

Así que si estas eran las respuestas que solías dar, te tenemos malas noticias. Pero no desesperes y sigue leyendo, porque te daremos algunas pistas y consejos para afilar tus palabras y presentaciones durante las entrevistas de trabajo.

Los tres pasos para determinar tus fortalezas y debilidades

Schwartzberg ha establecido tres pasos para dar respuestas sobre tus cualidades y debilidades que no solo sean honestas, sino también relevantes, distintas e impresionantes.

  1. Enfócate en una fortaleza listada en la descripción del cargo.
  2. Reajusta esta habilidad para hacerla lo más específica y descriptiva posible.
  • Por ejemplo, si lo que se busca son “habilidades comunicativas”, transformarlas en “hablar en público” o “presentación”.

3. Practica expresar tu fortaleza escogida en cuatro partes:

  • La fortaleza
  • Un ejemplo de tu vida real sobre el uso de esta.
  • Un impacto de esta en tu vida.
  • Lo mucho que disfrutas aprovechar esta fortaleza.

Con esto, deberías poder crear un relato que se ajuste a las necesidades del empleador, pero también te permite mostrar que tienes conocimientos específicos del tema y cómo esto te satisface como trabajador.

Sin embargo, preparar la respuesta sobre tus debilidades no será tan fácil, pues una mala impresión podría hacer que tu entrevistador solo te recuerde por tus debilidades. Según Schwartzberg, “la clave para compartir tus mayores debilidades en una entrevista es ser auténtico, pero no autosabotearte”.

Para lograrlo, sugiere cinco pasos:

  1. Reimagina las “debilidades” como un reto. Incluso, reemplaza la idea de una debilidad por la de un desafío en tu respuesta.

Debido a que una debilidad implica algo más duradero que un reto, usar este lenguaje hará que cualquier deficiencia parezca tener solución.

2. Escoge retos que sean fácilmente corregibles mediante el entrenamiento o el compromiso.

Piensa esto: mientras que habilidades laborales como análisis de datos o experiencia en un software se pueden aprender, debilidades como impaciencia o desorganización son más difíciles de superar. Enfócate en lo que puedes aprender y mejorar.

3. Evita los clichés.

Esto significa no caer en el “perfeccionismo” o “trabajar mucho”. En general, no disfrazar fortalezas como debilidades.

4. Escoge una debilidad o reto que no sea fundamental en las responsabilidades del cargo.

En palabras de Schwartzberg: “Simplemente, no quieres ser débil donde el trabajo necesita que seas fuerte”.

5. Practica a expresar tus retos en tres momentos:

  • La debilidad o reto.
  • Consecuencias menores de este reto.
  • La urgencia que tienes de afrontar esta debilidad.

La mayor fortaleza es una buena historia

Si bien es cierto que un empleador valora la honestidad y la originalidad, también es cierto que los aspirantes están compitiendo y deben demostrar ser la persona ideal para el rol. Pero, ¿cómo? Según Kelsey Schurer, editora ejecutiva de la firma de storytelling empresarial Round Table Companies, la respuesta está en un buen relato.

“Cada pregunta situacional que tu entrevistador te haga puede beneficiarse de una gran historia. Y entender cómo contar una historia auténtica sobre ti de tal forma que deje una marca permanente, que le permita a tu futuro empleador realmente verte, es la clave para sobresalir”, sostiene.

Por eso, piensa en la estructura básica de los relatos (inicio, nudo y desenlace) para contar quién eres.

Inicio: escoge una historia que deje una impresión duradera.

Todos hemos enfrentado retos en nuestros trabajos. Algún día pensaste en una solución creativa para un cliente o lograste evitar que se cometiera una injusticia. La idea es que desempolves estos momentos y comiences a contarlos de una forma convincente.

Incluso pueden ser episodios en los que fallaste, pero que te sirvieron para tomar distancia, aprender del error y ser más fuerte desde entonces.

“Contarle a nuestros entrevistadores historias de éxitos y fracasos nos ayuda a sobresalir como candidatos con inteligencia emocional y conscientes de sí mismos”, explica Schurer.

Nudo: haz recordar a tus entrevistadores con detalles.

Una historia será tan rica como tantos detalles tenga y, entre más específico puedas ser, estarás alejándote de relatos genéricos y poco originales.

Cuando pienses en robustecer tu relato, trata de responder preguntas como: ¿Qué tuviste que sacrificar para lograr esta victoria? ¿Quiénes estuvieron a tu lado? ¿Qué emociones tuviste en ese momento?

El objetivo de estos pequeños detalles es que te vean como una persona completa, que estudien cómo resuelves problemas, qué tipos de riesgos tomas o cómo actúas en situaciones estresantes.

El final: no se trata de ser un héroe, muestra tus vulnerabilidades.

Si quieres sobresalir, tu historia no puede mostrarte como un héroe unidimensional que puede lograrlo todo. “Eso es probablemente lo que están haciendo los demás candidatos”, sostiene Schurer

Por eso recomienda acompañar tus historias de éxito con momentos en los que hiciste un mal juicio o las cosas no salieron como querías, a pesar de tus esfuerzos. Esto te mostrará con una persona vulnerable, que no siempre estará en su mejor momento.

Pero, ¿por qué sirve esto? Para Schurer esto le hace saber a las personas que trabajarán contigo que no siempre tienen que ser perfectos. “Súbitamente, tu entrevistador puede relajarse, porque están hablando con un ser humano y con con una caricatura. Una entrevista exitosa es memorable. La vulnerabilidad es memorable”, afirma.

Trata de responder qué aprendiste sobre ti mismo que no sabías antes de estos momentos y cómo puedes conectarlo nuevamente con las habilidades que la empresa está buscando.

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Con esto esto en mente, recuerda que los empleadores no quieren conocer realmente tus fortalezas y debilidades, sino “qué clase de persona eres y cómo puedes contribuir a su operación”, como afirma Schwartzberg.