Nicolás Guerrero y Sebastián García-López son co-fundadores de Nomad Republic  y alumnos del Master en Negocios y Tecnología de Collective Academy. Su misión es generar un cambio en la manera de viajar de los jóvenes a nivel mundial, creando conciencia del tesoro que es la diversidad natural y cultural del mundo, e inspirar a la preservación y comprensión del mismo. Buscan ser la conexión más importante entre viajeros y proyectos de voluntariado en México y el mundo. Su historia inspira a sus compañeros y mentores en la maestría cada día y es por eso que hoy decidimos compartirla.


Uno nunca sabe cuándo la vida te va a llevar por el camino de ser emprendedor y menos con uno de tus mejores amigos. Nosotros nos conocimos en el colegio hace más de 20 años. Todos los veranos acampábamos en Guerrero junto con nuestras familias y amigos, y fué ahí donde por primera vez fuimos testigos de la marginación que existía en México. La pobreza era extrema; muchas familias no tenían casa y hasta los más afortunados vivían en condiciones precarias. No podíamos quedarnos con los brazos cruzados.
Hubo un año que decidimos hacer algo y junto con nuestras familias unimos esfuerzos para conseguir fondos y construir 200 casas en nueve comunidades cercanas. El único problema era quién las iba a construir. Lo que comenzó como una solución temporal se convirtió en diez fines de semana memorables con nuestros cuates trabajando junto con la comunidad durante el día y nos divirtiéndonos por la tarde. Fue así como en nuestro último año de prepa descubrimos una nueva forma de “viajar” ayudando a los demás.

Nuestro primer pitch


Comenzamos a planear un viaje de graduación con nuestros amigos y buscando opciones de voluntariado encontramos a Real Gap, una agencia inglesa. El plan era visitar Asia, Australia y África trabajando en distintos proyectos; sin embargo, nuestros papás querían saber el valor que el viaje nos iba a aportar. Decidimos preparar una cena con presentación en casa de Nico y los convencimos; sin darnos cuenta en ese entonces vendimos el primer viaje de NOMAD a nuestros padres.
En Tailandia jugamos con niños de un orfanato y aunque era muy divertido el impacto real era nulo. En Australia trabajamos cortando lantana, una planta invasora que termina acabando con las especies nativas si no se elimina. Ambas experiencias fueron interesantes pero no transformacionales y la gente iba por tomarse fotos con niños sin tener un impacto a largo plazo. Fue ahí donde se nos ocurrió hacer “Get Nomad” para promover voluntariados de mucho mayor impacto en México. Nuestro tren de pensamiento fue: si nuestro viaje tenía los días contados, ¿por qué no crear un proyecto y que el viaje nunca termine?

Desde el sótano

Regresamos del viaje y comenzó la carrera por lo que Get Nomad pasó a segundo plano por casi dos años. En algún punto, al darnos cuenta que la carrera no nos estaba cambiando la vida como nuestro voluntariado, decidimos retomar el proyecto. Aplicamos a la incubadora de la Universidad Iberoamericana. Uno de nuestros amigos nos sugirió cambiar el nombre a NOMAD Republic, para transmitir la idea de un país sin territorio, y nos encantó la idea. Para diciembre de 2012 NOMAD Republic era una empresa constituida, y en enero de 2013 empezamos operaciones desde el sótano de la empresa del papá de Nico. En nuestro primer año vendimos nueve viajes de Real Gap, nada mal pero sabiendo que había mucho por hacer.

Nuestro segundo viaje

Con el dinero que ganamos ese primer año decidimos irnos un mes y medio por el sureste de México con la visión de crear un producto que fuera una mejor experiencia y con mucho más impacto. Nos reunimos con ONGs y productores de café en Chiapas y recorrimos la Riviera Maya. Con lo aprendido, negociamos que Real Gap abriera México como destino con un viaje de 28 días, “The Mayan Experience”. Al primero se registraron seis personas y aunque perdimos dinero y no fue un proyecto 100% comunitario, la experiencia fue tal que dos clientas se tatuaron el logo de NOMAD Republic y la bandera de México. Algo estábamos haciendo bien y esa fue la señal que necesitábamos para sentimos listos de construir un negocio grande.

Una historia irrazonable

En diciembre de 2014 fuimos aceptados a Unreasonable México, un proyecto que nos presentó a distintos mentores y a Ricardo, nuestro primer inversionista quien entró a ayudarnos a poner orden y estructura a la empresa. Por esas fechas, Nico se dio cuenta de que no estaba aprendiendo mucho en la universidad y estaba faltando a clases por los viajes y proyectos de la empresa, así que decidió poner la carrera en pausa y dedicarse a NOMAD de tiempo completo.
Fue así que en enero 2015 abrimos nuestra primera oficina con cinco personas: Sebastián, Nicolás, Enrique, Alexis y Rodrigo. Empezamos a ofrecer los viajes que siempre habíamos querido: con impacto a largo plazo y curados por nosotros – con la certeza de que algún integrante del equipo lo había hecho. Seleccionamos con quince ONGs, tres en México y doce en el extranjero, y logramos generar proyectos con un impacto real y duradero.
En 2015 seguimos creciendo en número de viajes y ventas. Nico entró a una  universidad, online pero por segunda vez, sentía que no aprendía nada y que sólo contestaba exámenes de opción múltiple. A finales del año tuvimos nuestro segundo parteaguas: Mundo Joven, una empresa de viajes, escuchó nuestro proyecto y decidió invertir en nosotros. Con esto logramos mejorar nuestras operaciones, logrando en 2016 un crecimiento del 70% en ventas individuales vs. el año anterior, y la contratación de una Directora General.

Un Nomad colectivo


El contratar a la Directora General nos permitió enfocarnos menos en procesos operativos y más en procesos estratégicos y fue el momento justo para entrar a la maestría de Collective Academy.
Dado que nuestra única escuela profesional había sido Nomad, Collective nos ha dado los conceptos teóricos y herramientas prácticas que nos faltaban para llevar a Nomad al siguiente nivel.
Nico en específico, encontró el modelo perfecto para desarrollar habilidades interpersonales y entender el mundo de los negocios y la tecnología; algo que había intentado hacer en la Ibero y en la UTEL. Además que por primera vez en nuestras vidas, está fue nuestra decisión de estudiar sin que nadie nos obligará a hacerlo.
Hoy en día ya hay un Nomad antes y después de Collective, porque el acceso a la comunidad de mentores y compañeros nos está abriendo los ojos a nuevos inversionistas, oportunidades de negocio y de talento.
Queda mucho por escribir sobre la historia de Nomad, pero hoy estamos seguros que será una historia mucho más divertida e interesante gracias a las herramientas, los mentores y las experiencias de Collective Academy.


Nicolás Guerrero y Sebastián García López son cofundadores de NOMAD Republic y alumnos de la Generación Alpha de Collective Academy.