En el mundo empresarial se suele hablar mucho sobre liderazgo, pero esta cualidad no es simplemente el cargo dentro de una organización, sino la habilidad de un individuo para ganarse el respeto de sus pares, sobresalir e influir a otras personas. Pero una cosa es tener esta capacidad y otra que los demás vean y reconozcan que tienes este potencial en ti.

La ciencia ha mostrado que existen factores biológicos y sociales que influyen en cómo se eligen los líderes, pero esta capacidad también se puede desarrollar con una combinación entre mostrarse, hablar de forma decidida y ofrecer valor y proactividad en grupos de trabajo.

La dura realidad no es un límite

De acuerdo con una reciente investigación hecha por los profesores Adam Galinsky y Gavin Kilduff de la Columbia Business School y de la Universidad de New York, los rasgos demográficos sí importan a la hora de potenciar liderazgos. “A las personas de una etnia y género históricamente dominante y una edad respetada (hombres blancos mayores de 40 en el mundo corporativo) se les permite típicamente un estatus mayor que a los demás”. Además, la apariencia también importa y las personas altas y atractivas tienen también más posibilidades. 

Puede ser injusto, pues estos son factores que están fuera del control de las personas, pero hay una buena noticia: no son las únicas cualidades que permiten que otros vean en una persona potencial para liderar.

Entre otras, la experiencia, competencia, destreza y compromiso son buenos indicadores de que alguien “puede ganarse el respeto de los otros”, explican. Sin embargo, estas habilidades no son fáciles de detectar a primera vista.

Los experimentos de Galinsky y Kilduff involucraron un ejercicio sencillo: le pidieron a varias personas escribir en papel o en un smartphone párrafos o anécdotas que los hicieran sentir enfocados, poderosos o felices justo antes de una reunión.

Los resultados mostraron que las personas a las que se les hizo sentirse enfocados, poderosos o felices antes de la prueba en grupo se comportaron de forma más proactiva. En un experimento, el 60% de las personas con esta mentalidad enfocada, fueron descritas como ‘líder del grupo’ por al menos un compañero. 

Otro experimento con observadores independientes confirmó que las personas con una mentalidad que los hiciera sentir poderosos hablaban antes y de manera más asertiva que otros participantes durante los primeros 10 minutos de la discusión grupal. 

Así, hallaron que estos estados mentales temporales son tan importantes como otros rasgos de personalidad que suelen mejorar la percepción de liderazgo en los otros, como ser extrovertido. “Nuestra conclusión: es bastante sencillo esforzarte por tener el tipo de proactividad que te muestra como una persona que merece respeto y a quien otros van a querer seguir”.

De la mentalidad a la práctica

Conocer la importancia de prepararse mentalmente para liderar, facilitará también aplicar las siguientes acciones -- recomendadas por el profesional en marca personal William Arruda en Forbes--  o actitudes prácticas para hacer notar tu potencial para ser un líder:

Asume las tareas desafiantes

Cuando te ofreces para realizar tareas que pueden ser difíciles, demuestras voluntad e iniciativa para salir de tu zona de confort y asumir tareas complejas. Además, esto puede mostrar tu compromiso con el futuro de la organización. 

“Al aceptar estas labores, muestras habilidades para resolver problemas, pensamiento estratégico y resistencia. Estos son rasgos claves para ser líderes efectivos”, explica Arruda.

Sé proactivo

Como demostraron Galinsky y Kilduff, la proactividad es una de las cualidades de liderazgo por excelencia. En vez de esperar a seguir instrucciones, toca la iniciativa e identifica áreas en las que puedas mejorar procesos.

Ser proactivo también involucra anticipar dificultades u oportunidades potenciales y actuar antes de que se vuelvan un problema. “Comparte tus ideas y soluciones con tus jefes y colegas, para mostrar  que no solo piensas sobre los problemas de hoy, sino que también consideramos el futuro”.

 Muéstrate durante las reuniones

Las reuniones son espacios en pugna por mostrar dominancia y estatus. En las organizaciones es en estas donde se suelen identificar quiénes tienen madera y potencial de líder. Como demostraron los experimentos de Galinsky y Kilduff, ser activos en estos espacios impacta positivamente en la percepción de los demás. 

Por eso, Arruda recomienda prepararse para estas con dedicación para ofrecer perspectivas e ideas valiosos, así como para hacer buenas preguntas. La investigadora en nuevos desarrollo para gerenciar Melissa Janis sugiere “internalizar los valores de la compañía y las competencias de liderazgo te permitirán alinear tus comportamientos con aquellos que desea tu empresa”.

Reconoce a tus colegas

Se sabe que los buenos líderes guían con empatía y respeto a sus equipos. Además, según con una investigación de NectarHR, el 81.9% de los empleados creen que el reconocimiento de sus contribuciones a la organización mejora su compromiso. Ser empatico puede servir, también , porque interactuar con personas de contextos distintos a los tuyos ayuda a aprender mejor sobre sus formas de ver el mundo y sus posturas frente a la organización.

Por eso reconocer el trabajo de los demás, en lugar de opacar a líderes emergentes, demuestra tu capacidad de fomentar un ambiente positivo de trabajo y de liderar con humanidad. “Celebra los logros de tus colegas, da crédito a quien lo merece y ofrece consejos constructivos cuando sea necesario. Este espíritu colaborativo es esencial para un liderazgo efectivo y muestra que priorizas el éxito colectivo sobre los reconocimientos personales”, asegura Arruda. 

Puede servir, también , interactuar con personas de contextos distintos a los tuyos para aprender mejor sobre sus formas de ver el mundo y sus posturas frente a la organización.

Que el cambio sea tu bandera

Puede parecer contradictorio decir que es importante entender los valores de la organización y, al mismo tiempo, decir que hay que liderar el cambio. Pero hay una razón estratégica y filosófica: el cambio es lo único constante en la vida y en el mercado. Es por esto que los líderes son quienes con frecuencia “pueden buscar constantemente mejores maneras de hacer las cosas por medio de la tecnología, mejorando los procesos o con maneras creativas de resolver problemas”.

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Saber que incluso un pequeño cambio en la forma como pensamos puede mejorar la manera como nos percibe un grupo y ahora que conoces algunas acciones concretas, estás en camino para hacer notar tus dotes de liderazgo ante cualquiera en tu empresa. Sin embargo, más que guías concretas, Arruda recomienda tener presente siempre esta idea: “El liderazgo no se trata de hacer cosas, sino de cómo las haces, con integridad, empatía y colaboración. De esta manera, tu jefe reconocerá estas cualidades y te verá como un activo importante dentro de la organización”.