Qué es el crecimiento exponencial y cómo desarrollarlo para acelerar tu vida personal y profesional.

En las últimas tres décadas la tecnología se ha caracterizado por ser la responsable de modificar y mejorar el acceso a diferentes industrias como nunca antes había sucedido. Tal es el caso de la música, la fotografía, el café, el servicio de taxis, entre otros. Todas estas industrias han sido exitosas ya que han engrandecido nuestra experiencia como consumidores y han logrado que ésta sea casi inmejorable. Ahora cuentan con más y mejores canales de acceso, así como una forma “smart” (aprende tus preferencias y rutina) y personalizada de acuerdo a las necesidades de cada quien. A todo este crecimiento gracias a la tecnología, se le llama crecimiento exponencial.
La diferencia entre el crecimiento lineal vs. el crecimiento exponencial, es que el primero toma una constante como crecimiento a través del tiempo. Un claro ejemplo de esto, es una deuda, la cual respeta un cierto porcentaje o tasa de interés que con los años incrementa linealmente.
Por el otro lado, el crecimiento exponencial hace referencia a un crecimiento mucho más acelerado y que por lo general se expresa no como una variable sino como un valor elevado a una potencia. Por ejemplo, las estrategias de marketing digital las cuales han incrementado su crecimiento de manera exponencial gracias a las redes sociales en los últimos 5 años.
La relación que tiene la tecnología con el crecimiento exponencial, impacta directamente al crecimiento global de manera económica, social, política y cultural. Pero, siendo realistas, ¿este crecimiento acelerado traerá como consecuencia un crecimiento generalizado? O más bien, ¿genera una brecha mucho más grande entre aquéllos que no tienen acceso a ciertas tecnologías y aquéllos que sí; o aquéllos quienes todavía no adquieren esas nuevas formas de hacer las cosas, o simplemente personas de cierta edad quienes tienen miedo al cambio?
Ciertamente estamos inmersos en cambios que suceden cada vez más rápido y el poder de adaptarnos a esos cambios como seres humanos muchas veces no son tan rápidos. Entonces, ¿cómo desarrollar un pensamiento de crecimiento exponencial?
1. Mantén una mentalidad de aprendiz, no de conocedor
Una persona que se conduce por la vida con una mentalidad de aprendiz, está abierta a nuevas y mejores experiencias. Ocupa tus 5 sentidos para aprender de todo y de todos. Observa a otros y define qué nuevas actitudes podrías adoptar y qué otras eliminar; date cuenta que puedes encontrar grandeza en las personas o en las situaciones que menos te imaginas, así como en los mínimos detalles. Escucha a tu alrededor, distingue lo que es ruido y elimínalo. Cuando distingas aquellos “sonidos” o palabras que te enseñan cosas nuevas, escríbelas y constantemente repásalas para que no las olvides. Habla para preguntar o para enseñar, no para presumir; recuerda que debes dirigir tu mentalidad a incrementar tu experiencia de aprendizaje. Prueba nuevas maneras de hacer las cosas y sé consciente de aquello que aprendiste en el camino, lo que repetirías y lo que no volverías a hacer. Cuando sientas o percibas una situación que te asuste, enfréntala lo antes posible; entre más le des la vuelta, más difícil será sentirte liberad@. Recuerda que estás aprendiendo, no se trata de ganar o perder; el verdadero éxito está en aprender de las caídas, de ser libres de nuestras propias barreras y de disfrutar lo que hemos alcanzado con vistas a lograr mucho más.
2. Enseña a otros y enséñales a enseñar
Para hacer que el pensamiento tenga un crecimiento e impacto exponencial, debemos incluir a esta cadena a cuantos más podamos, así que explora estrategias que te ayuden a enseñar a otros. Date el tiempo para enseñarles que es posible aprender nuevas tecnologías, nuevos procesos y nuevas actitudes frente a la vida y el trabajo, y que los únicos responsables de mejorar su experiencia son ellos mismos.
Una persona que se mantiene ilusionado por aprender, distingue oportunidades y las toma para incrementar sus conocimientos o enriquecer su experiencia. Una persona ilusionada por enseñar a otros, activa el crecimiento y progreso exponencial de esta sociedad, buscando convertirla en una sociedad de aprendizaje, desarrollo y reduciendo brechas.
3. Practica
Una de las características del aprendizaje y de cómo moldeamos nuestro pensamiento incluso a nivel cerebral y neuronal, se encuentra en repetir los procesos constantemente. Esto te ayudará a crear nuevas conexiones neuronales que al principio deberás hacer de manera consciente, pero después sucederá en automático. Al principio te recomiendo tener una alarma para varios momentos en el día en donde puedas observar a los demás por unos minutos, (puede ser incluso en tiempos “muertos” como el tráfico, la hora de comer, mientras esperas una cita o al transporte, etc.) en donde puedas reflexionar lo que has aprendido o lo que quieres aprender y con eso preparar tu mente para que esté alerta en los próximos días a adquirir ese conocimiento.
También te recomiendo identificar en tu círculo social o profesional a aquellas personas que saben del tema o tienen la habilidad que tú deseas aprender y pide que te enseñen cuál es el primer paso para adquirir ese conocimiento.
4. Conecta los puntos
Busca desarrollar la habilidad de que aquello que aprendas en cierto lugar o proyecto, lo puedas aplicar en otros contextos y viceversa.
Aprender cosas que además sean aplicadas a otros contextos, tal vez con ciertos cambios en detalles, sin duda incrementa tu proceso mental para solucionar problemas y adquirir nuevas habilidades.
5. Disfruta el camino
Un alpinista y aventurero mexicano, Pedro Corcuera, en una de sus conferencias compartió que lo que hace grande el alpinismo no es la cima sino las experiencias y lo que aprendes en el camino. Salirse de la zona de confort no es lo más cómodo al principio pero definitivamente gracias a eso, no estar ahí por mucho tiempo te hace crecer, es decir, aprender.
Sea lo que sea que quieras conseguir, deberás aprender ciertas habilidades, así que disfrútalo. Algunas estrategias pueden ser prepararte una buena taza de café, ir a un lugar que te guste o disfrutes, usar ropa que te haga sentir bien, rodearte de personas que te apoyen. Trata de mantener una mentalidad positiva y con ojos en la cima pero con la cabeza y los pies en el camino.
Como verás, estos pueden ser puntos muy sencillos que pueden lograr grandes cosas en tu vida tanto personal como profesional. Recuerda que no nacimos “terminados” y que estamos en un proceso de aprendizaje o de perfeccionamiento desde que nacemos y hasta el último día de nuestras vidas. Rodéate de personas que te agreguen valor, busca experiencias que te hagan crecer y trabaja duro para adoptar el cambio dentro y fuera de ti que impacte positivamente en los demás.
Miriam Dávila es la gerente de aprendizaje de Collective Academy.