Sabemos que las redes sociales se han convertido en unas gigantes herramientas para nuevos negocios y marcas con mucha presencia. En México, se ha triplicado el uso de Internet según un estudio de la AMIPICI (Asociación Mexicana de Internet) en los últimos años. Esto, sin duda alguna, trae beneficios enormes a empresas que quieren contactar a su mercado con una mayor eficiencia e inmediatez, sin embargo esto genera una mayor exposición a todos los que nos encontramos conectados.

El tiempo promedio que pasa una persona conectada en México es de 8 horas en promedio al día, siendo el Smartphone el principal dispositivo de conexión. La mayoría de los usuarios mexicanos utilizan WhatsApp y Facebook (93% y 95% respectivamente), mientras que el 59% de los usuarios en México utiliza Instagram. (Panorama de las Redes Sociales en México para el 2018, Redactor Rock Content, Marketing de Contenidos).

(Fuente: PC Tech Magazine)

De las redes antes mencionadas, es WhatsApp la que con mayor rapidez quizás logre viralizar contenido. Tratando de analizar todo este tema de redes sociales y la relevancia que tienen en nuestras vidas, caí en nueva cuenta de la cantidad inmensa de memes (una imagen sacada de contexto, normalmente acompañada por una frase que tiene como fin hacer burla a una situación o persona) que vemos durante el día. Esto no sólo en WhatsApp y Facebook principalmente, sino en todas las demás plataformas también. Personalmente es a través de WhatsApp donde los recibo con mayor frecuencia y, como antes mencionado, es una red que nos permite multiplicar el contenido en cuestión de segundos por la cantidad de contactos que tengamos registrados. Suena útil y práctico, ¿no?

Lo que no tenemos en cuenta es que todos somos promotores del bullying al “rotar” memes que utilicen a gente (famosos, conocidos, gente totalmente ajena a nuestra vida…) y que se burlen de sus situaciones. Podría sonar un tanto exagerado, pero si lo profundizamos sólo un poquito más, muchas de esas personas perdieron ya el control de su privacidad, sin conocer nosotros el origen de la imagen o de cómo llegó a nuestras manos. Fue hasta este punto que me di cuenta que incluso yo misma puedo estar bulleando a una persona inocente con la que ni siquiera tengo contacto, y que se pudiera tratar de una víctima real sin forma alguna de defenderse.

(Ejemplo real de bullying a través de un meme. Fuente: El Observador, 2016)

Sabemos que la intención de los memes puede ser positiva o es para simpatizar alguna situación, pero basta con el hecho de saber que estamos utilizando la imagen de alguien más sin su consentimiento.

Mismo caso con los famosos GIFs, los cuales, de acuerdo a Forbes, 23 millones son utilizados únicamente en Tumblr durante un solo día. En este mismo artículo comentan sobre el fair use de los GIFs, ya que no existe como tal una regulación legal para este tipo de contenidos.

Existe una línea muy delgada entre simpatizar o contextualizar de una manera inocente y graciosa una situación, a bullear y abusar de la imagen de personas que merecen el mismo respeto que exigimos. Nosotros somos los responsables de identificar esa línea y estar conscientes de todo el contenido que compartimos en redes sociales.

Y sí, ya sabemos que la intención de este contenido es contextualizar, hacer de una situación algo chistoso o identificarnos con situaciones que ya hayamos vivido y poder burlarnos genuinamente. Por lo tanto, ¿qué estilo de  memes o GIFs sí podemos continuar utilizando sin abusar de la imagen y privacidad de terceros? Aquí les dejo unos simples ejemplos:

 

Algunos ejemplos de memes que pueden estar teniendo un mal uso de imagen y que deberíamos de tomar más conciencia al respecto, son los siguientes:

 

De las grandes consecuencias del bullying son físicas y principalmente psicológicas, no sólo en niños sino en adultos también. Estos daños psicológicos se ocasionan en la víctima, el espectador (testigos) y en el que maltrata. Ya sea en el ámbito laboral para un adulto o en las escuelas para los niños, la interacción social es algo vital para el aprendizaje, desarrollo y bienestar de las personas. Estamos hechos para coexistir y nos alimentamos de relaciones interpersonales que sean sanas y enriquecedoras. Cuando esto se rompe o existe un rechazo e incluso abuso, hace que las víctimas sientan debilidad en su entorno y afecte en su desempeño laboral y/o académico. Adicional a esto, todos hemos escuchado la gravedad de las consecuencias en las que pueden terminar la ansiedad y depresión que ocasiona el bullying. 

Particularmente en los casos de cyberbullying se genera una ansiedad a la gran vulnerabilidad y falta de control del material que ha sido expuesto y viralizado, lo cual ocasiona de igual forma una baja en autoestima, ausentismo en clases o trabajo, relaciones deterioradas a raíz de la vergüenza y humillación, así como depresión y suicidio. No podemos continuar siendo testigos y mucho menos participes de algo así.

Debemos plantar los mejores valores en nuestras próximas generaciones y enseñarles que existen más similitudes que diferencias entre todos nosotros sin importar nacionalidad, peso, aspecto físico, religión o preferencia sexual de cada quien. Enseñar que ante todo, está el respeto y que a pesar de las ventajas de las herramientas digitales que tengamos al alcance, jamás se deberá jugar con la imagen y dignidad de alguien más. Recordar, antes de compartir cualquier contenido de este estilo, que en la imagen hay una persona igual a nosotros.

 Paola Zapfe, Epsilon.

Fuentes:

https://www.lifeder.com/consecuencias-del-bullying/

http://www.een.edu/blog/la-importancia-de-la-interaccion-social-en-el-aprendizaje-i.html

https://www.asociaciondeinternet.mx/es/component/remository/Comercio-Electronico/Estudio-de-Comercio-Electronico-en-Mexico-2017/lang,es-es/?Itemid=

https://www.forbes.com/sites/propointgraphics/2016/04/30/animated-gifs-and-fair-use-what-is-and-isnt-legal-according-to-copyright-law/#7c3ab09a371b

https://splinternews.com/social-media-strikes-back-after-mexican-olympic-athlete-1793861109