¿Alguna vez te has preguntado qué tienen en común los mejores CEOs de nuestra generación? Por fin tenemos la respuesta.

En el libro CEO Excellence: The 6 Mindsets that Distinguish the Best Leaders From the Rest, Scott Keller, Carolyn Dewar y Vik Malhotra, tres senior partners de McKinsey, recopilaron entrevistas con algunos de los directores ejecutivos más reconocidos a nivel global con el fin de identificar la mentalidad que los caracteriza y que los hacer sobresalir.

Luego, los entrevistadores aterrizaron las principales lecciones que les dejaron esos CEOs en una entrevista para McKinsey, que resumimos aquí a través de 7 puntos clave. Repasemos uno por uno.

1. Un CEO es como un capitán de barco

Después de entrevistar a docenas de directores ejecutivos, Keller, Dewar y Malhotra hicieron esta analogía: ser un CEO es equivalente a ser capitán de un barco.

En primer lugar, deben pensar en varias cosas importantes simultáneamente, como ¿la vela es lo suficientemente eficiente contra el viento? ¿Estoy corrigiendo mis movimientos de acuerdo al viento y la marea? ¿El bote está en balance? ¿Yo estoy en balance? ¿La tripulación está cumpliendo con sus funciones? Todo esto al mismo tiempo y dependiendo de las condiciones ambientales, como sucede en las empresas cada vez que los directivos impulsan nuevos proyectos, abren mercados, toman decisiones de acuerdo al panorama económico y contratan talento.

Otro común denominador entre el barco y las compañías es que siempre, sin excepción, se van a presentar crisis y tormentas. En esos momentos, hay dos verbos clave: recuperarse y aprender, al asegurarse de que la empresa (o la embarcación) esté reaccionando correctamente, evitando consumirse por la crisis, y manteniendo una visión clara y amplia hacia el lugar a dónde se dirigen (el puerto).

2. Resiliencia y humildad: dos cualidades infaltables

“Quedé sorprendida por el número de CEOs con los que hablamos que no habían tenido una vida de privilegios”, cuenta Dewar. Esto, según ella, indica que la resiliencia y la determinación de estas personas empezaron a cultivarse desde que eran pequeños.

Pero, al mismo tiempo, identificaron que estos ejecutivos se caracterizaban por ser muy humildes al reconocer que no lo saben todo, lo que les permite buscar ayuda y aprender activamente durante los tiempos de crisis.

3. Las juntas directivas como aliadas

En muchas organizaciones, los CEOs se encargan de que sus juntas directivas se enteren de algunos detalles -no todos- y buscan mantenerlas al margen de algunas decisiones. Los autores encontraron que los directores más exitosos son los que ven a su junta directiva como una valiosa y confiable fuente de experiencia.

“La junta te puede dar una buena perspectiva tanto en momentos de crisis como en momentos de oportunidad, cuando estás pensando dar un giro a la estrategia”, explica Malhotra.

4. Directores como formadores de equipos de líderes

Muchos CEOs se enfocan en contratar y desarrollar líderes individuales que son excelentes en sus roles. Sin embargo, los CEOs más experimentados se enfocan más en la dinámica que pueden protagonizar los líderes con sus equipos y entre ellos, en la psicología del grupo y en cómo trabajan como un conjunto.

“La mayoría de los CEOs que entrevistamos hablaron de lo solos que se sienten en sus trabajos: nadie que les reporta ve lo mismo que ellos, y nadie a quien ellos le reportan ve lo mismo que ellos. En ese momento se dan cuenta de que necesitan que las personas en los puestos más altos de la organización se comporten como un solo grupo de jugadores, con una visión general de la compañía”, expresa Scott.

5. Prevención activa del burnout organizacional

Es natural que el agitado ritmo de trabajo de las empresas de hoy lleve a los equipos a quemarse. Evitarlo debe partir de la cabeza de la organización: el CEO.

De acuerdo con Dewar, así como los directores deben administrar su energía en series de sprints -como si se tratara de una maratón- tienen que ayudar a sus organizaciones a hacer lo mismo. ¿De qué forma? Garantizando que después de cada sprint haya un periodo de recuperación, consolidación y reagrupamiento.

“Los CEOs están aprendiendo con el tiempo algo que llamamos ‘estagilidad’, que consiste en construir una estructura que es estable y ágil al mismo tiempo”, agrega Scott.

6. Viven y expresan la gratitud por sus equipos

Durante las entrevistas los autores se encontraron con una historia maravillosa. Reed Hastings, cofundador de Netflix, les contó que cuando él era un joven ingeniero trabajando para otra compañía, tenía largas jornadas de trabajo, que terminaban muy tarde en la noche. Por consiguiente, tomaba mucho café y dejaba su escritorio lleno de tazas sucias. Sin embargo, al llegar al siguiente día siempre las encontraba limpias y en su lugar.

Un día llegó más temprano que de costumbre a la oficina y encontró al CEO de la empresa lavando las tazas sucias de la noche anterior. Este le dijo: “Tú haces tanto por nosotros, es lo menos que puedo hacer por ti”.

Esa historia ejemplifica muy bien la importancia de que los directores atribuyan el crédito correspondiente a sus colegas y a las personas de las que aprenden todos los días.

7. El círculo virtuoso del aprendizaje

Otra de las características comunes que encontraron los partners de McKinsey entre los CEOs que entrevistaron fue que su afán por aprender empezó muy temprano en sus vidas. Todo el tiempo estaban dispuestos a probar cosas nuevas, y haciendo eso ganaban experiencia. Y con la experiencia viene el reconocimiento de patrones y la resiliencia, la capacidad de separarse de los contratiempos individuales para ver que del otro lado del fracaso está el éxito (si se aprenden las lecciones, claro).

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Ahora que conoces las cualidades de los grandes CEOs, reflexiona: ¿con cuáles cuentas y cuáles te gustaría desarrollar?