Hackea tus presentaciones con la teoría de la carga cognitiva

¿Te aburre tu propia presentación?
¿Te preocupa que no se entienda?
¿Retienes poco de las presentaciones de otros?
¿Temes a la muerte por PowerPoint?

No hay mucha diferencia entre un entorno de presentación y uno de aprendizaje: en ambos estamos buscando, en fin, que información sea entendida y retenida, y por ende debemos prestar mucha atención a cómo presentamos para favorecer este efecto.

Todos tenemos una RAM mental con capacidad limitada de procesamiento de data, y solo una pequeña porción de lo captado va a eventualmente quedar fijo en nuestro disco duro, y está perfecto que así sea.

Así cómo muchas veces recibes este odioso mensaje...

tu cerebro se encarga diligentemente de no atiborrar la memoria de largo plazo filtrando todo lo que le parece dispensable. Sin embargo, a veces, queremos verdaderamente retener algo que nuestro cerebro no quiere almacenar, y se produce este conflicto que a cualquier universitario le ha quitado noches de sueño.

Para minimizar este efecto, podemos usar la Teoría de la Carga Cognitiva a nuestro favor.

En pocas palabras, es un campo de estudio que examina cómo las personas procesan la información y aprenden nuevas habilidades. Se enfoca en las limitaciones de la memoria de trabajo y en cómo el diseño instructivo puede ser utilizado para minimizar la carga cognitiva y mejorar los resultados de aprendizaje.

La teoría de la carga cognitiva indica que a la hora de presentar, asimilar y retener hay tres tipos de carga, que explicamos en este post. El conocimiento de estas puede resultarte importante a la hora de elegir cómo presentas.

Carga Extrínseca.

La carga intrínseca es la dificultad de lo que tienes que presentar. Una presentación sobre modelos de propulsión de cohetes para SpaceX va a tener más carga intrínseca que una presentación mensual de resultados a tu team leader. Sobre esto, no hay mucho que hacer. Pero sí puedes entender que no importa la dificultad de lo que tengas que presentar, siempre debes ir por la forma más clara, evidente, concisa e ilustrativa que puedas.

Muchos caen en la idea de que su presentación debe parecer complicada porque su tema es complicado, pero hay que hacer exactamente lo opuesto.

Eso se llama reducir la carga extrínseca, es decir, el modo en que los elementos a presentar que están en display.

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Aquí juegan todo tipo de cosas: disposición clara, legible y ordenada de la información; reducción al mínimo de todo detalle no fundamental, coexistencia entre la parte hablada y escrita de la presentación, buen criterio para usar palabras donde se deben usar y gráficos y elementos para ilustrar cuando estos superan el poder explicativo de las palabras.

Es una tendencia natural humana decir y producir más de lo suficiente, para hacer parecer que hicimos más. Sin embargo, esto atenta contra la retención de lo presentado, especialmente en una era de constantes reuniones y presentaciones a cada rato. Aún así, solamente ser minimalistas, concisos y cohesivos no hará el truco entero: la presentación puede estar cumpliendo estas reglas pero ser atrozmente aburrida o lineal, desfavoreciendo la carga cognitiva pertinente, que es lo que esta teoría coloca en el pedestal: la porción retenida y aprendida.

He aquí donde podemos desviarnos un poco de la norma y utilizar recursos inesperados, algo de humor, un punto lúdico, una parte interactiva, algo que estimule los sentidos de los asistentes o visualizadores y ayude a fijar el clavo de lo aprendido, siempre teniendo en cuenta el contexto de lo presentado: desde ya, una presentación de pitch creativo no es lo mismo que una de un bufete de abogados.

Momento de un ejemplo interactivo, entonces:

¿Cuál de estos templates usarías para una presentación de que describa tu proyecto creativo a un inversor?

La primera presentación, si bien tiene un diseño moderno y visualmente agradable, no tiene el mejor manejo de la carga extrínseca: hay en ella mucho detalle no del todo necesario, que carga más los sentidos de la audiencia, pero no les da más información como recompensa:

Este otro template, que, manteniendo puntos de un diseño agradable al ojo, reduce ampliamente la carga extrínseca:

Evita superposición de imágenes y palabras, da mucho espacio blanco para generar paz mental a la hora de distinguir elementos, no ubiques más de lo debido en cada slide y, al mismo tiempo, deja lugar a la expresión creativa (usada con criterio).

Veamos un último caso:

Como podemos ver, ningún ejemplo es un obvio caso de desastre de presentación. No es bueno para aprender usar ejemplos radicalmente obvios.

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Adivinaste. Estamos usando la teoría de carga cognitiva en la redacción de este mismo post.

Sin embargo, en este último podemos ver que el minimalismo parece ser la única prioridad del diseño, atentando contra la captación de la atención de quienes la ven. No da lugar a recursos, y la disposición de los elementos es por demás de predecible. En una presentación de proyecto creativo, deberás justamente demostrar que tu creatividad es tu fuerte: si no la usas en todo, será difícil creerte.

Como epílogo para ayudarte a presentar mejor, van unos tips cognitivos.

Usa la segmentación o chunking:

La segmentación se refiere al proceso de descomponer información compleja en piezas más pequeñas y manejables. Esto ayuda a reducir la carga en la memoria de trabajo y hace más fácil retener y recordar información.

Implementa multimedia sabiamente:

Videos, imágenes, GIFs, pueden ser una herramienta efectiva para mejorar el aprendizaje, pero también pueden aumentar la carga cognitiva si no se usancon cuidado.

Considera el equilibrio entre los beneficios elevar el nivel de producción y recursos con el potencial de aumento de carga.

Establece un hilo conductor:

No dividas la presentación en compartimientos estancos: deja que un slide lleve al siguiente. Tu presentación debería contar una historia, y no dejar a intepretar que solo estás cubriendo puntos fundamentales uno por uno.

Empieza fuerte, concluye fuerte:

En estos 2 puntos es donde la atención de tu audiencia encuentra sus picos, y si no los dejas intrigados al principio, o con algo que pensar al final, entonces tu presentación tendrá baja retención.

Esperamos no haberte sobrecargado cognitivamente. Recuerda que es preferible creer que estás presentando ante Dory que ante Sheldon.

P. Sherman Calle Wallaby 42 Sidney